Enríquez Ominami se pasa finalmene a las filas de Piñera y asume en la falange el rol de asesor de Asuntos Económicos. A su llegada, propone privatizar inmediatamente las empresas de Sebastián y Fernando Flores pero altos cargos de la coalición le avisan al subcomandante MARQUITO que aquéllas YA están privatizadas.
El desconcierto sigue reinando en la Concertación; finalmente todos huyen a alguna parte, registrándose los siguientes movimientos migratorios: el Partido Socialista se disuelve y sus militantes liberales se pasan al PPD; en cambio, los creyentes –porque los ha habido-ingresan a las filas de la Democracia Cristiana; por último, el ala izquierda decide este vez no fundar partido alguno y se pasa al Partido Comunista. ¿Y qué ocurre con Camilo Escalona, nuestro Barón Rojo de vergüenza? Se declara senador ultra independiente y desde aquel puesto estratégico sondea la posibilidad de crear futuras empresas o consultorías, de modo que la jubilación lo pille bien parado.
Por el lado del “JUNTOS -pero no revueltos- PODEMOS” se registran también cambios significativos. En un acto de humildad sin precedentes, Jorge Arrate -el Comandante de los Trabajadores- depone su candidatura y, arrastrando consigo a todo su movimiento de base, decide apoyar al candidato Alejandro Navarro.
El menos que era el MAS hasta entonces se convierte en una mayoría de izquierda que observadores extranjeros juzgan un poquito ultra. Allá ellos!
El desconcierto sigue reinando en la Concertación; finalmente todos huyen a alguna parte, registrándose los siguientes movimientos migratorios: el Partido Socialista se disuelve y sus militantes liberales se pasan al PPD; en cambio, los creyentes –porque los ha habido-ingresan a las filas de la Democracia Cristiana; por último, el ala izquierda decide este vez no fundar partido alguno y se pasa al Partido Comunista. ¿Y qué ocurre con Camilo Escalona, nuestro Barón Rojo de vergüenza? Se declara senador ultra independiente y desde aquel puesto estratégico sondea la posibilidad de crear futuras empresas o consultorías, de modo que la jubilación lo pille bien parado.
Por el lado del “JUNTOS -pero no revueltos- PODEMOS” se registran también cambios significativos. En un acto de humildad sin precedentes, Jorge Arrate -el Comandante de los Trabajadores- depone su candidatura y, arrastrando consigo a todo su movimiento de base, decide apoyar al candidato Alejandro Navarro.
El menos que era el MAS hasta entonces se convierte en una mayoría de izquierda que observadores extranjeros juzgan un poquito ultra. Allá ellos!
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