En los años 50 del siglo pasado, el
poeta Enrique Lihn, el antipoeta Nicanor Parra y el psicomago
tocopillano Alejandro Jodorowsky (como puede verse, Alexis Sánchez no
es único hijo ilustre del puerto nortino) se apropiaron del lenguaje
mediático de la tribu y crearon los famosos quebrantahuesos que, de
alguna manera, tributan a la vanguardia surrealista parisina y
europea de los años 20. Las primeras fotografías de este trabajo
criollo (no criollista) fueron publicadas en el año 1975, en laRevista del Departamento deEstudios Humanísticos de la Universidad
de Chile. Como se sabe y lo ha destacado insistentemente la crítica
académica y periodística, el punto de inflexión es la ruptura de
la sintaxis racional del lenguaje y la rearticulación del mismo
sobre la base de una mecánica fundamentada en el corrosivo
cortocircuito de sentido y la sobreexplotación indiscriminada de la
polisemia humorística. A modo de homenaje —y guardando la distancia
debida con los quebrantahuesos genuinos— quiero rendir, junto a mis
compañeros de generación de la Carrera de Castellano de la ex
Universidad del Norte, un sentido y sincero tributo a los dos
primeros vates fallecidos. Homenaje que, obviamente, no los va a
resucitar de sus cómodos sepulcros, pero sí se hará justicia
literaria a su trascendencia en las letras nacionales.
¿El
covid-19 es el cuarto jinete del Apocalipsis? Incitado por esta
lóbrega pregunta, me allegué a las fuentes bíblicas y encontré
esta evidencia: «Miré, y vi un caballo bayo. El que lo montaba
tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les fue dada
potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada,
con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra». De esta
manera, es descrito el cuarto jinete a horcajadas de un caballo
muerto. Es la muerte, no cabe duda, pero también su equivalente: la
Peste.
Como
sabemos, en la Edad Media, en el siglo XV, la iglesia católica se
refirió a la Peste Negra –flagelo pandémico que diezmó a más
del 60% de la población- como el azote de Dios, debido a la
descomposición moral de los feligreses y nobles y al presunto robo o
desaparición del Arca de la Alianza del templo sagrado de los
israelitas. Como sea, la peste bubónica materializaba la ira de Dios
hacia un pueblo embrutecido por la bajeza moral, el latrocinio, la
concupiscencia y la apostasía. Mientas la bacteria asesina, la
Yersinia pestis,
oculta bajo el sucio pelaje gris de las ratas, infectaba y mataba en
rebaño a la población pecadora, en las ceremonias religiosas y en
las homilías se invitaba a la resignación y a la aceptación gozosa
del martirio divino.
Cito
este extenso antecedente para contextualizar las recientes
declaraciones del cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, quien, en
su homilía dominical ordinaria, y con motivo de la misa Corpus
Christi, hizo esta inesperada
declaración: “Nos encontramos con la dolorosísima noticia de que
una de las vacunas se fabrica a base de células de fetos abortados.
Eso es despreciar al hombre mismo, primero se le mata con el aborto y
después se le manipula. Tenemos una desgracia más obra del diablo.
La eucaristía es el antídoto contra el diablo".
Al tenor de
las palabras del cardenal, el diablo está de vuelta. Y ha regresado
para embadurnarse de células de fetos abortados. La escena
necrofílica no puede ser más dantesca y, a la vez, más falsa. ¿No
sabía su eminencia que el cultivo de células procedente de fetos
humanos se viene realizando desde los años 60? Por lo visto, no.
Desde esta década emblemática –del amor libre, de la píldora
anticonceptiva, de Woodstock, de la guerra de Vietnam- la ciencia
médica ha venido desarrollando la técnica de fabricar vacunas con
células de fetos abortados por razones terapéuticas. En efecto, la
primera de ellas es conocida como la vacuna WI-38 y fue desarrollada
a partir de la extracción de células del tejido pulmonar, después
de tres meses de gestación. Gracias a este procedimiento, se pudo
fabricar una vacuna contra la rubeola.
La otra,
fabricada en 1965, se denomina MRC-5 y se ha usado para combatir la
varicela y la poliomielitis. Debe insistirse que, en ambos casos, las
células provienen de fetos que fueron abortados por razones
estrictamente médicas y fueron donados voluntariamente a la ciencia
médica con fines investigativos. Pero de algo tiene que estar seguro
el cardenal Cañizares: no hay demonio preparando pócimas infernales
ni siniestros súcubus extrayendo órganos infantiles de los
cementerios abandonados. En realidad, Su Eminencia, el diablo sólo
tiene que ver más bien, de manera sutil y sulfurosa, con los
Legionarios de Cristo.
El vate, fotógrafo y profesor de Castellano en retiro (R) LUIS KONG, cuyos aportes generosos y desinteresados a Farolito Rojo se remontan al año 2010, vuelve a la carga y nos envía desde el horroroso Chile una entrevista al poeta iquiqueño - oh santamaría de las rosas negras- Jaime Ceballos.
En esta sesuda conversación, que aborda aspectos biográficos y literarios del entrevistado, los contertulios, muy alegres y sueltos de cuerpo, se hacen acompañar de un bon vaso de vino, siguiendo una vieja tradición literaria medieval, tan cara a Chaucer y al Arcipreste de Hita. Por el modo en que lo saborean, debe tratarse de un Tarapacá Gran Reserva.
PRONTUARIO DEL ENTREVISTADO
Jaime Gabriel Ceballos Sanquea, natural
del Reyno Tarapaqueño, ingreso ilegalmente a la vida un 24 de marzo
de 1959, en la muy noble ciudad de Iquique. Hijo de la sal y el sol,
no obstante, ha sido un trashumante entre la pampa y el mar.
Desde temprana edad se ha visto
envuelto en sucios manejos escriturales, y con los años no se ha
redimido. Al contrario, sus cómplices del Taller Literario “Recital”
y “Ediciones Guerra 33”, lo han empujado aún más al camino de
la delincuencia poética.
En el año 1982, luego de cumplir cinco
años y ni un día más, huyó de la Universidad del Norte de
Antofagasta con un papel que decía; Profesor de Historia y Geografía
y Educación Cívica. Condenándose a dar malos ejemplos a la
juventud esplendorosamente dormida.
Por lo mismo, ha sido alejado de las
aulas en más de una oportunidad, acusado de levantar el polvo de la
conciencia. No obstante, se ha dado maña para hacer su trabajillo en
colegios y universidades. Es peligro público y privado.
Huelga decir, que a este facineroso le
tocó ejercer en tiempos de miseria. Si ayer sobrevivió a la
Dictablanda, hoy lo hace frente a la Democradura. No es fácil
delinquir honestamente.
En su carrera delictual, se anotan
cuatro verdaderos crímenes contra el lenguaje, expresados en sendos
textos, que se levantan como evidencia incontestable.
He aquí el cuerpo de sus delitos
(¿delirios?) poéticos:
“De Tanto ver Morir”,
Ediciones Campvs, Iquique 1997
“Yo tenía un País”,
Ediciones Campvs, Iquique 2003
“Cruces de la Memoria,
Antología Poética”, Ediciones Campvs, Iquique 2011
“Rarezas
del Tiempo y de la Luz”, Editorial NAVAJA Corte &
confección. Iquique 2019
En dos oportunidades, el servicio
secreto de los afectos logró su captura, dándole caza y casa. Años
después logró zafar con el corazón en hilachas y una acusada
cojera del alma. No obstante, se las arregló para sembrar futuro y
trajo dos vástagos a respirar rebeldía:
Amada Libertad, el año 1995
Gabriel Amador, el año 2008
Desde el 2014 a la fecha, se ha
infiltrado en el Ministerio de Educación de su país. Allí, con
total descaro, sigue levantando disidencias y tramando fugas
poéticas. Es un eterno cimarrón.