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jueves, 11 de junio de 2009

EL CUÁNDO DE CHILE/ 4: política-ficción [segunda parte]

En todas las encuestas, la popularidad de la presidenta Bachelet sigue subiendo; de un 67% en mayo asciende a un 93% en julio, lo que a seis meses de la elecciones, provoca un remezón sin precedentes en la santísima trinidad chilensis, compuesta por la clase política, el ejército y la iglesia católica. La reuniones multilaterales se intensifican, dada la escasa popularidad de los candidatos presidenciales mismos: Piñera no pasa del 30%; Frei se queda en un flojo 22% y Enríquez Ominami, imitándolo, en un 22,5%. Los otros postulantes se han quedado en la Imperceptibilidad absoluta, ya que no hay medición que los registre, ni siquiera los imaginativos sondeos de Enrique Correa. Así las cosas, todas las partes implicadas –menos los comunistas, pues toda ficción tiene sus limitaciones - redactan, de cara al Bicentenario, el Gran Acuerdo Nacional Amplio (GANA), que supone:

a) Se le ofrece a la presidenta Bachelet la prolongación de su mandato por cuatro años más, libres de impuestos. Ella acepta encantada.

b) Sebastián Piñera ingresa al gobierno Bachelet en calidad de Vicepresidente de la República y Ministro de Vivienda; desde esta cartera ministerial impulsa el proyecto “Un techo para Chile”...y de paso, ladrillazos para la UDI.

c) A Frei Tagle se le ofrece el puesto de Ministro de Justicia para que por fin se haga cargo del asesinato de su padre a manos de la dictadura. Frei rechaza el ofrecimiento y se exilia en Isla de Pascua por tiempo indefinido.
En Rapa Nui es recibido calurosamente por Camilo Escalona, que ya se había asilado, aunque forzosamente, con su secta de apoyo. Ambos fundan en la isla una pequeña concertación de Socorros Mutuos.

d) Enriquez Ominami pasa al Ministerio de Educación en calidad de vocero y asesor del titular del cargo, que será anónimo, por razones de seguridad.
En su calidad de díscolo rayado, Ominami apoya todas las huelgas de profesores y todos los paros del alumnado, siempre y cuando no se hagan al mismo tiempo. Ominami empieza a ser conocido como “The penguin’s boy” pero él niega rotundamente todo vínculo con la derecha neoliberal que re-fundó Chile en la década de los ochenta.

e) Alejandro Navarro acepta sin chistar el cargo de Secretario General de la OEA, puesto que le permitirá seguir cultivando su amistad con los entrañables Hugo Chávez y Evo Morales. En cuanto a Insulza, éste es nombrado Embajador chileno ante la Santa Sede. Por un error de cálculo de sus asesores, Insulza pasa poco tiempo en Roma, y mucho en Cerdeña, en la mansión de Berlusconi, su amigote más reciente.

El Gran Acuerdo Nacional Amplio suscita la admiración de todo el mundo, a tal punto que Fernando Flores fabrica un software llamado “CHILE GANA”, y se lo lleva nada menos que al presidente Obama para que éste lo copie y lo masifique por el mundo entero a precio de huevo. Viva la globalización!

jueves, 4 de junio de 2009

Lecturas/1: Onfray y los proscritos de la filosofía [primera parte]


Inicio hoy en este blog una serie de tres partes dedicada al filósofo francés Michel Onfray. En esta primera nota, reseñaré dos de sus libros más importantes; en la segunda, incluiré la entrevista concedida por este pensador al suplemento cultural “Ñ” del diario argentino El Clarín, por considerarla una de las mejores que circulan actualmente en la Red. Y en la última sección, espero reseñar el volumen “Los libertinos barrocos”, de próxima aparición en Suecia.

En el boletín de formación aristotélica LA QUINTA DE RECREO ya me he ocupado del filósofo francés Michel Onfray; este artículo será una breve ampliación de lo que escribiera hace dos años, con motivo de su visita a Estocolmo para asistir al lanzamiento de sus libros en el mercado editorial sueco.

Lo bueno de Onfray, para empezar, es que se trata de un pensador con un proyecto propio de largo alcance; como si trajéramos aquí el recuerdo de un misil intercontinental. Sí, porque con Foucault hemos aprendido que los discursos –cualquiera sea su género - están en guerra permanentemente. Inspirado sin duda por el autor de Historia de la sexualidad y de Vigilar y castigar, Onfray inicia en los albores del siglo XXI la empresa de escribir una CONTRAHISTORIA de la filosofía occidental.

Digamos que Onfray no es un siútico del pensamiento, como el fino Ludwig Wittgenstein, de quien Deleuze, en su ABECEDARIO, ha dicho que es un asesino de la filosofía. Onfray es nietzscheano, pues concibe el pensar filosófico como un alegato y pareciera que desde él meditara con rabia y visceralmente, como lo hace el autor del Anticristo, a quien me permito recordar aquí:



” Mirémonos a la cara. Nosotros somos
hiperbóreos, -sabemos muy bien cuán aparte vivimos. Ni por tierra ni por agua
encontrarás el camino que conduce a los hiperbóreos ; ya Píndaro supo esto de
nosotros. Más allá del norte, del hielo, de la muerte - nuestra vida, nuestra
felicidad... “


Michel Onfray no desentona y ya en una célebre entrevista nos advierte que “los monoteísmos han llenado el mundo de sufrimiento”.Y, a renglón seguido remacha: "Enseño una filosofía hedonista, sensualista, materialista, empírica, cínica."



El primer volumen de su contrahistoria de la filosofía-para volver al tema- se llama “Las sabidurías de la Antigüedad”. Notabilísimo libro en donde nuestro autor actúa con espíritu de arqueólogo; se mueve entre fragmentos filosóficos desenterrados acaso por él mismo e intenta con ellos avizorar un mundo, una visión que a poco a poco emergerá a la superficie con la fuerza de una filosofía muy distinta a la valorada por el academicismo o la tradición. A partir del método onfrayano de la reconstrucción y extrapolación, van surgiendo ante nosotros los filósofos antiplatónicos de la Antigüedad, de los que nuestro audaz autor va dando cuenta con entusiasmo y rigor.


Así, nos enteramos de Leukippos, el filósofo de la “alegría verdadera” y de la ética que de ella se deriva; con Demócrito estamos ya en “el disfrute de sí mismo” como un derecho, y asistimos con este filósofo a la “epifanía de los cuerpos materiales”. Aprenderemos que la risa hedonista es parte de la Sabiduría y que en la estrategia para encontrar la felicidad vale tanto el evitar las preocupaciones como buscar positivamente el placer. Demócrito pretende alejar a los hombres de los dioses y se esfuerza consecuentemente por fundar una visión materialista e inmanente. Le prepara el camino, por así decirlo, a sus iguales; a aquellos que elaborarán después un pensamiento filosófico en abierta oposición y competencia con Platón y los suyos.


¿Quiénes son estos “indeseables” filosófos totalmente nuevos para nosotros? Entre otros, Hiparco y Anaxarco, pensadores que nos advierten que es la naturaleza misma la que está “presa y henchida de placer”. Por otro, el sofista Antífones, a quien Onfray ve como el precursor del psicoanálisis. Cito:


Que yo sepa Freud no remite jamás al ateniense Antífones, a quien sin embargo habría que considerar como el antecedente más remoto del psicoanálisis, disciplina creada en Viena a comienzos del siglo XX. Que el lector juzgue: después de haber escrito panfletos promocionando sus ideas, Antífones abrió una especie de consulta en la plaza de Corinto, en la que recibía a pacientes dispuestos a un tratamiento basado en la palabra hablada.”


Como ya se ha dicho, lo que Onfray persigue con su libro Las sabidurías de la Antigüedad” es desenterrar otra tradición dentro de la filosofía clásica. Onfray quiere rehabilitar a los vencidos de la historia de la filosofía; aquellos que apenas figuran –a menudo tergiversados- en los manuales al uso o que derechamente son omitidos debido a su carácter de “incorrectos”. Libros como los de Bertrand Russell, “La filosofía occidental”, o “Historia de la filosofía” del sueco Alf Ahlberg, que tengo ahora a mano, son nítidos ejemplos de estos escamoteos. En el de Russell no hay una sola alusión a Aristippos, filósofo al que Onfray dedica un capítulo entero. A su vez, en la voluminosa historia de Ahlberg nada se no dice de Eudoxos; ni menos aún de Prodikos. Pero prosigamos con nuestra reseña.


El segundo tomo de la serie es el libro “El cristianismo hedonista”. Ya con el título mismo Onfray nos sugiere que continuará con sus labores de arqueólogo del conocimiento iniciadas en el volumen anterior, aunque aquí las fuentes revisadas no son puramente fragmentarias sino que existen como conjunto e incluso algunas de ellas son de fácil consecución.


Para empezar, Onfray se mete de lleno en el tema de las sectas cristianas de las primeras centurias de nuestra era. Es una labor similar a la emprendida años antes por Norman Cohn con “En pos del milenio” o a la ejecutada por la profesora Elaine Paige en su fascinante libro “Los evangelios gnósticos”. Luego Onfray se adentrará en filósofos medievales y renacentistas, sin abandonar las preguntas que presiden este segundo volumen, a saber: ¿Es posible hallar en la literatura cristiana pruebas de una filosofía que no niegue el cuerpo? O si no: ¿Hay en el Cristianismo intentos filosóficos de superar la dualidad “cuerpo/alma” y, a su vez, de trascenderla en una visión monista? El esfuerzo de Onfray se centra en la tarea de querer mostrarnos que dentro de las sectas cristianas perdedoras- históricamente perseguidas y exterminadas- o en pensadores posteriores, ha habido tendencias no dualistas en abierta oposición al soporte platónico y neoplatónico del cristianismo “dicotómico” triunfante.


Onfray concluye este volumen con un acucioso –y quizás defectuosamente agotador- análisis de la vida y obra de su “teísta” preferido, su tocayo Michel de Montaigne.


Ambos libros, “Las sabidurías de la Antigüedad” y “El Cristianismo hedonista”, vienen dotados de sendos y valiosísimos acápites cronológicos y bibliográficos, en el caso de que algún ‘desocupado lector’ deseara cotejar o profundizar en los temas abordados por este productivo filósofo.


Termino esta primera parte informando que Michel Onfray es también fundador de la Universidad Popular de Caen; universidad sin fines de lucro y que como tal no otorga títulos académicos sino que se dedica a impartir cursos libres y gratuitos abiertos a un público sediento de formarse de una manera atípica y diferente. Para los tentados en inquirir más información -eso sí, en francés- dejo este enlace:
a CAEN



Hago saber, además, que el colectivo de filosofía PARTEREI tiene un canal en Youtube. Su tarea más reciente ha sido la de presentar, subtitulado en castellano, el ABECEDARIO de Gilles Deleuze, una serie de entrevistas al filósofo altamente recomendable.

Músicas/2: El repertorio popular sefardí [segunda parte]

Reservo esta segunda parte para presentar a los intérpretes que he descubierto en el último decenio. Empezaré por el disco "Una manu tumó l'otra", trabajo muy especial -y único en su género- pues en él se unen el canto de Dina Roth y la poesía escrita en ladino de los poetas Clarisse Nicoidski (Francia, 1938-1996) y Juan Gelman, (Argentina, 1930), éste último Premio Cervantes de Literatura en el 2008. Los invito a escuchar una muestra:


No me debo olvidar aquí de la israelita Jasmin Levy, hija del célebre cantor y recopilador de canciones sefardíes, Isaac Levy. De Jasmin supe en un primer momento gracias al disco antológico “Love songs of the world”, del año 2001. En éste, nuestra cantante aporta el bellísimo tema Yo ‘n la prizion, en una interpretación que se mantiene fiel al carácter popular del repertorio. Sin embargo, en años más recientes Jasmin Levy ha caído en un estilo interpretativo que por desgracia la acerca más a la fusión que a la tradición; digo esto porque hace dos años fue presentada en Estocolmo como la “reina de la canción sefardí” pero en el recital mismo- de más de una hora- apenas cantó tres canciones de aquel repertorio; en reemplazo, la artista incursionó en canciones propias donde no sabíamos si lo que se nos estaba ofreciendo era pop español, guiños árabes o fusión flamenca. Sin embargo, en su última grabación, “Mano suave”(2008), Jasmin se cuida de que el repertorio sefardí sea el dominante. Lo mismo ocurre con el disco “Romance and Yasmin”, que es mi preferido.

Entre los intérpretes más jóvenes, quisiera llamar la atención de dos cantantes: por una parte, la italiana Eva Coen, cuya canción Fel shara del disco “A jewish odyssey” es una perla difícil de olvidar; y, por otra, la recientemente descubierta e interesantísima Rachel Valfer, quien en “Songs of Qadim” ha hecho una encantadora versión del clásico Durme, durme, hermoso hijico.

Finalmente, los dejo con este video del conjunto MASHALA, con el que me topé hace poco mientras navegaba por Marnahar. Hasta una próxima.


martes, 2 de junio de 2009

El Cuándo de Chile/3:La agresión mediática

Chile se ha tornado en un país complejo, como la India o Israel. De éste último, la autora de “On not being able to sleep”, Jacqueline Rose, dijo que debía ser urgentemente psicoanalizado. Como Israel, Chile está convertido en un país violento; no es la violencia de la soldadesca israelí que destruye casas y bombardea a la población civil palestina. La violencia civil y política de Chile, tal como se muestra en los medios de comunicación, es mental y verbal. Pensé en esto cuando veía la entrevista del programa Tolerancia Cero a la Ministro del Trabajo, Claudia Serrano. Vemos en él a una mujer acosada por tres periodistas-ametralladora que a toda costa persiguen que la ministra se contradiga o sea incapaz de responder a las capciosas preguntas de este trío de agresores; en sus rostros a medio sonreír pude percibir el gozo que les deparaba este acorralamiento a la entrevistada de turno. Es más: cuando la ministra trataba de encontrar las palabras para explicar una política o justificar alguna medida de su Ministerio, se podían oir los comentarios a media voz de estos periodistas, entonces fuera de pantalla; con ello, esta troica de mordaces ironizaba o se mofaba de la intervención de su interlocutora.
Se nota inmediatamente que ciertos entrevistados no van a los estudios de televisión a dialogar con sus entrevistadores sino simpemente a padecer su barbarie mediática, su arte escatológica de expulsar mierda por la boca. Tamaña regresión bien merecería un psicoanálisis completo a los trogloditas de Tolerancia Cero.
Hasta una próxima